El sexto mandamiento
Una novia le
pregunta a su novio: “¿De qué trabajas?”.
El le
responde: “¿Trabajo? No tengo ninguno, ni me interesa.”
Entonces ella
siente que baja a la fosa, y le dice: “¿No te das cuenta que no podemos vivir sólo
en la cama?”
El le
contesta: “Amor mío, eso depende de cuánto ames a tu papá.”
La mirada
lóbrega de la pobre muchacha lo hizo reaccionar y dar una glosa.
“Soy muy débil de la carne, y vago para la labor.
Por eso, pienso – mientras el cuerpo me deje - vivir gozando de lo genital, y aprovechando el
dinero de tu familia.”
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