martes, 14 de enero de 2014

58 ¿Cómo pude sentirme tan mal?



58 ¿Cómo pude sentirme tan mal?

Yo soy la vida; ustedes los sarmientos.
Quien permanece en mi y yo en él,
ése da mucho fruto;
porque separados de mi no pueden hacer nada.                                            Juan  15: 5

   Cuando los chicos se van a la cama, se calman de la excitación del día y pueden hacer una revisión de lo que sucedió y de lo que hay en sus mentes y su corazón.
   Mientras Juan Carlos acompañaba a su hijo Gabriel a acostarse, sintió que esa noche sería bueno revivir los felices momentos de esa fecha. El equipo de Gabriel había ganado el campeonato de los chicos ese sábado a la mañana. Gabriel hizo dos goles y su amigo Sebastián convirtió el penal que dio la victoria.
-         Qué día bueno -, dijo Juan Carlos, sentándose en el borde de la cama de su hijo. Gabriel no respondió. El chico parecía pensativo.
-         Papá, ¿viste cuando Sebastián hizo el penal y todos entramos en la cancha y saltamos de alegría?
-         Sí - ,  dijo el padre sin saber adónde quería llegar su hijo.
-         Yo estaba contento, pero por adentro me sentí algo mal. ¿Cómo pude sentirme así, si Sebastián consiguió el gol del triunfo? -
   Juan Carlos habría preferido que su hijo le hubiese hecho una pregunta sobre sexo, porque le habría sido mucho más fácil responderla.

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