55 Hospedar al Espíritu de Dios
Jesús volvió a Nazaret y obedecía a sus
padres….
(Lucas 2:51)
José quería dar una lección a su hijo nutricio. Mientras
trabajaban en el taller cada uno en sus tareas, miraba cómo Jesús cortaba y
cepillaba la madera para hacer una ventana.
José dijo:
"Recuerda Jesús, que cuando trabajamos estamos haciendo una
casa para el Espíritu de Dios. Una casa así, debe contener un salón grande
con una ventana donde entre el sol y una puerta difícil de encontrar.
Para conseguir un espacio grande y claro, lo primero es
impedir que se manifiesten los juicios. Hay que ir despacio, pues las
sentencias oscurecen la luz.
Una vez me sucedió algo y estuve tentado de opinar y
castigar. Sin embargo, me contuve y esperé hasta que me hicieron entrar a una
habitación con sol. Allí estaban tu madre y tú: una presencia luminosa que
hablaba a mi miedo.
Me di cuenta de que dar lugar al Espíritu de Dios es una
aventura. En cada paso hay que mirar dos veces. No hay que equivocarse con las
apariencias, sólo, estar atento."
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