miércoles, 3 de septiembre de 2014

75 En el restaurant

En el restaurant

Eramos cuatro comensales para un desayuno Americano. Los platos ovalados inundaban la mesa. Además había platos pequeños par alas tostadas y cada taza también tenía su apoyo. Con los vasos con Agua, el frasco de la miel, el jarabe para quien había pedido waffles franceses, los recipients de las mermeladas, el ktchup y la mostaza, la table resultaba chica. Tuve que poner mi cuaderno rojo en el asiento de cuero verde, junto a mi.
   Eduardo se sentía  content porque Bruce estaba en uno de sus días Buenos, en que sonreía, y recordaba  algunas cosas. Elizabeth, la hija médica hab=a venido del hospital con su atuendo Rosado y su identificación, Era alta, ya con algunas canas que el tinte no disimulaba, y alegraba la mesa. Le gusrtaba ver a su padre con los antiguos amigos, en especial conmigo que lo había recibido en Bogotáa treinta aШos antes, cuando había ido como  medico sin frontera a la region de Pasto.

   Cuando terminamos, por various motivos los tres se levantaron de la mesa, y quedé solo. Me dediquéa juntar platos grandes y pequeños, tazas y vasos en grupos, y los fui llevando al lugar en donde los colocaba el único mozo varón dedicado a esa tarea, que exhaust iba y venía en el recinto replete de gente. Entonces, desde la mesa cercana una mujer sonrientre de rostro Filipino preguntó: ¿Es cliente o sirviente?

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