viernes, 11 de octubre de 2013

Moisés en Filadelfia

Moisés en Filadelfia



Vuelan las notas
en el Kimmel,

trinan los violines
los cellos imitan.
Las flautas siguen  a Purcell
alegrando clarinetes.
¿De qué otro modo,
melodioso Britten,
podrían aprender los chicos?

Sabe de suavidades
el experto en cifras.
No olvida a quienes
les es preciso
ver la vara de Moisés.
Es turno de los saxos,
y luego cantan los oboes.
Los fagotes exultan 
y el timbalista afina.
No hay flores ni verde
en el inmenso sarcófago
sólo cabe la armonía sonora
para despertar a los muertos.


A Ale y Marisa 

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